La Fundació Els Tres Turons celebrará el Día Mundial de la Salud Mental con un acto que tendrá lugar el jueves 23 de noviembre bajo el lema «Construyendo salud mental colectiva. Proyectos, luchas, imaginarios, subjetividades, ingenio, trabajo y arte«.
La jornada será híbrida:
La jornada será híbrida
Presencial: en el Casal de Barri la Barraca del Carmel con inscripción previa. ¡Clica en el botón para reservar la fecha!
Virtual: en directo por YouTube. Clica en el botón y guarda la convocatoria.
El acto contará con una mesa redonda formada por cuatro personas que darán testimonio de su experiencia en procesos colectivos relacionados con la salud mental:
- Carlos Martínez, socio del club Pol Positiu, actor de la Cía. Teatro de Pacotilla, integrante de La Tarantela, voluntario de l’Altre Festival y actor de la Noche de Crímenes, actividad del Centro Cívico Permanente.
- Ainhoa García, activista (Asociaciones Matissos y Emilia) que trabaja como técnica en acompañamiento y apoyo mutuo (Federació Veu) en la Fundació 9 Barris. También es facilitadora a la formación que ofrece la Asociación Emilia y actriz de la Cía. La Trifulga dels Fútils.
- Maite Alfaro, usuaria del Servicio de Rehabilitación Comunitaria de Adultos en la Fundació, graduada en psicología e integrante del Magazín Carmel.
- Maria Aran, graduada en sociología, técnica en la Federació Veus, activista y madre.
- Pantxo Ramas e Irene Turiel, miembros de Entrarafuera.net, un diálogo entre diferentes puntos del sur de Europa sobre las prácticas críticas de salud y cuidado contemporáneas.
Salud mental colectiva
La Fundació Els Tres Turons conmemora el Día Mundial de la Salud Mental con un reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en favor de la lucha por los derechos de las personas con diagnóstico o con dificultades en relación a la salud mental.
La Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad afirma que no deben hacerse distinciones entre personas, pero históricamente, las personas con discapacidad, incluidas aquellas con diagnósticos en salud mental, no han gozado de garantías en el respeto a los sus derechos: al derecho de ser escuchadas, de ejercer la misma capacidad jurídica, de decidir dónde vivir y con quién y de tener acceso a todos los servicios y recursos disponibles, es decir, apoderarse para construir un proyecto de vida propio.
Desde la Fundació Els Tres Turons queremos ser altavoz de la necesidad de que la atención a la salud mental se pueda situar en un marco de derechos humanos, y por eso también creemos que hay que dotarla de una dimensión colectiva. Creemos que es necesario analizar qué prácticas favorecen esta dimensión colectiva y cuáles no lo hacen para poder abandonar aquellas que aíslan y estigmatizan y destinar los recursos a aquellas que pueden garantizar una vida digna de ser vivida para todos.
En un artículo sobre la salud mental en tiempos de COVID-19, Manuel Desviat citaba a Yayo Herrero en relación a aquellas prácticas y relaciones que pueden ser protectoras de las condiciones necesarias para preservar nuestras vidas y nuestro bienestar en situaciones de crisis diversas, en un momento en el que el concepto de crisis trasciende la dimensión individual que tradicionalmente le hemos otorgado en salud mental para saltar a una dimensión de crisis o crisis colectivas.
Dice Yayo Herrero: “Necesitamos cuidarnos y protegernos de forma colectiva. Y más cuando se cruzan dos grandes crisis: la social y la emergencia ecológica. El apoyo mutuo, a través de iniciativas institucionales y/o comunitarias, tiene la oportunidad de ser salvaguarda de las situaciones de desigualdad que se magnifican durante las crisis”.
Desde la Fundació apoyamos y nos reflejamos en aquellas prácticas colectivas que se están generando desde diferentes espacios vinculados a la salud mental; prácticas recuperadas, que vienen de lejos pero a menudo quedan o han quedado invisibilizadas, muchas de ellas encabezadas por personas con experiencia propia.
Queremos destacar sus efectos como generadoras de bienestar, relaciones y ciudadanía, como protectoras de los derechos y como salvaguarda ante el reto colectivo de vivir en sociedades cada vez más desiguales que no parecerían favorecedoras del ejercicio de los derechos colectivos.
Juntos preservamos mejor nuestros derechos y construimos bienestar.
