Estas violencias estructurales se creen de manera inevitable con otros ejes de desigualdad, multiplicando la discriminación de las mujeres y personas LGTBIQ+ con o sin diagnóstico de salud mental, menguando sus oportunidades para poder desarrollar el derecho a una vida digna y en igualdad.
Las tareas de cuidados, desarrolladas mayoritariamente por las mujeres, siguen ocupando un espacio a menudo infravalorado e invisible, cuando es ese espacio donde la vida se reproduce a través de los cuidados y el apoyo, lejos de las dinámicas de producción que dejan fuera a todas aquellas personas que no pueden sostenerlas, generando exclusión y pobreza y precarizando los trabajos de cuidados, entre los que se incluye la atención social a las personas con sufrimiento mental intenso.
Continuamos pidiendo una mirada interseccional que permita desarticular la reproducción de las desigualdades desde los servicios de atención a la salud mental y que reconozca el cuidado y reparación como factor indispensable para el acompañamiento de las personas con sufrimiento emocional intenso. Recordemos que no aplicar la perspectiva de género en la atención puede reproducir las mismas exclusiones y discriminaciones presentes en la sociedad.
Denunciamos el hecho de que las mujeres, por el simple hecho de serlo, viven con peores condiciones de vida y sufren discriminación y violencias específicas, lo que impacta de forma relevante sobre su salud física y mental. Queremos mencionar especialmente a todas aquellas personas víctimas de los conflictos bélicos y las violencias específicas que sufren las mujeres y los niños, así como los devastadores efectos en su salud mental.
Denunciamos que la regulación social de las relaciones de género intersecciona con otros ejes de desigualdad por razón de clase social u origen, como consecuencia de una compleja estructura social capacitista, heteropatriarcal, capitalista y colonial.
Denunciamos el efecto devastador de las violencias machistas y las discriminaciones en la salud mental de las mujeres y la falta de igualdad de oportunidades como factor que reproduce la llamada feminización de la pobreza.
Denunciamos también el efecto de la pobreza de tiempo para la propia vida y cuidado que sufren las mujeres como consecuencia del reparto desigual y la falta de corresponsabilidad en las tareas reproductivas y de cuidados.
Ahora más que nunca apoyamos a los comunicados de las entidades afinas y reiteramos el compromiso por convertirse en una organización que contempla la perspectiva de género en el trato a las personas usuarias de los servicios que provee y a las personas trabajadoras, aplicando las medidas necesarias para garantizar espacios igualitarios y libres de discriminaciones.
Fundació Els Tres Turons, 8 de marzo de 2024
Compartimos algunas publicaciones y campañas relacionadas con el 8-M para aportar información complementaria:
- Dret a sentir. Drets sexuals i les xarxes de suport de les dones amb problemes de salut mental (Salut Mental Catalunya)
- L’ocupació entre les dones amb discapacitat creix sis vegades menys que entre els homes (Diari de la Discapacitat)
- Desigualtats de gènere en la salut a Barcelona (ASPB)
- La pobreza tiene género: ¡Di no a la feminización de la pobreza! (Amnistia Internacional)
- Medicina androcèntrica: així afecta el biaix de gènere a la salut de les dones (Diari de la Sanitat)
- https://www.surt.org/desigualtats-de-genere/
- Activitats pel 8-M 2024 a Barcelona (Betevé)
- Llibre blanc “Salut i gènere” (Confederació Salut Mental Espanya)
- La dona i els conflictes armats (Amnistia Internacional)
- Aquest 8-M ‘Visibilitzem-les’: posem al mapa les dones que ens han marcat (Social.cat)